Cuando adquirimos un nuevo elemento textil para nuestro hogar, estamos encantados con su aspecto reluciente, olor a nuevo, tacto agradable,… Hoy te damos algunas recomendaciones para hacer que los sofás, las butacas y el resto de tapicerías y telas de tu casa se mantengan como el primer día durante mucho más tiempo.

Actualmente existen en el mercado muchísimos tejidos lavables y antimanchas, los cuales facilitan la labor de limpieza puesto que no es tarea fácil, a pesar de que el sofá sea totalmente desenfundable. Confía en la tecnología AquaClean a la hora de elegir tu tapicería.

Para estos o cualquier tipo de tejido, es importante mantenerlos sin polvo. Al menos una vez a la semana, pasar la aspiradora con su boquilla adecuada. No es una tarea que te lleve mucho tiempo y conseguirás que la suciedad no se acumule.

 

Quita las manchas lo más rápido posible. Actúa con rapidez cuando algún líquido se derrame sobre el tejido. Son imprevistos que suceden y no se pueden evitar, pero sí tratar de que la mancha no penetre en las fibras. Intenta absorber con un paño, y después utiliza un detergente neutro diluido en agua. Puedes probar antes en partes ocultas para ver el resultado y salvar estropear la tapicería.

Conviene lavar los elementos coordinados con la misma frecuencia. Si en el salón las cortinas tienen el mismo estampado que los cojines, o si en el dormitorio tienes visillos y edredón a juego, a pesar de necesitar menos frecuencia de lavado, conviene hacerlo a la vez, para evitar diferencia por el desgaste.

Ubica el elemento alejado de estufas, radiadores o fuentes de calor en la manera de lo posible. La temperatura que desprenden no es beneficiosa para los tejidos. Las cortinas suelen ocultar un radiador; puedes optar por abrirlas en las horas que más calor desprenden, separándolas así del contacto directo.

Evita la entrada de luz directa del sol, puesto que ésta exposición acelerará el proceso de desgaste y será más perceptible en tejidos con colores vivos. Baja las persianas impidiendo que el sol abrase la tela tanto de sofá como de visillos.

No permitas que se sienten en los apoya-brazos o respaldos. Las espumas o fibras que se utilizan para estos elementos, tienen una densidad acorde con el peso a soportar. Evita que se deformen y por lo tanto se chafen los tejidos, prohibiendo asiento en esas zonas

Elimina los malos olores utilizando bicarbonato que resulta ideal para desinfectar y neutralizar el mal olor. Espolvorea y deja actuar unas horas. Aspira retirando los restos. Puedes ambientar con aromas utilizando hojas secas de plantas aromáticas con tomillo o lavanda.

Y a continuación te dejamos la simbología de mantenimiento de los tejidos. Esperamos que nuestros consejos te hayan sido de utilidad: