Los cabeceros tapizados resultan tremendamente versátiles porque tanto su forma, como su textura y su color, se pueden adaptar a cualquier estilo decorativo. El aspecto estético, la calidez que transmiten las telas o pieles con las que se tapizan y la comodidad de disponer de un respaldo mullido en tu cama, son las ventajas que más apreciarás cuando te decidas por uno.

Conviene diferenciar, a la hora de la elección entre:

CLASICOS

Los cabeceros más clásicos suelen ceñirse bastante al ámbito de la cama, siendo sólo 10 ó 15 cms. más anchos que la cama, es decir, no enmarcan a las mesillas de noche. Asimismo, suelen tener una altura media, o media-alta cuando el dormitorio es amplio y no hay peligro de agobio visual.

Aunque admiten contornos rectilíneos, los cabeceros tapizados en líneas curvas son los más apropiados para ambientes de decoración más clásicos.

MODERNOS

Los cabeceros modernos, suelen tener medidas más exageradas, por cuanto que, o tienen una clara apariencia horizontal, integrando las mesillas dentro de su ámbito, o tienen una clara apariencia vertical, pudiendo llegar incluso hasta el techo. Las líneas rectas son las que más favorecen a este estilo.

 

Fuera ya de esta diferencia, tenemos que tener en cuenta los tejidos.

Las telas que se pueden utilizar son muy variadas: terciopelos, panas, micro-fibras, lonetas, damascos… En todo caso, es importante que sean resistentes al roce y de fácil limpieza, puesto que, aunque existe la posibilidad de hacerlos desenfundables, no es muy recomendable, puesto que ni resulta cómoda la desinstalación, ni queda tan asentado el tejido a la base.

 

Actualmente, son mucho más frecuentes los cabeceros tapizados en telas lisas que en telas estampadas. Estas condicionan menos la decoración, dando más libertad a la hora de cambiar o renovar los textiles del dormitorio.

 

 

 

 

 

Tapizar el cabecero con piel o simil es una de las opciones más acertadas por la ventaja del un mantenimiento más sencillo.

 

 

 

 

Tanto con tela como con piel, si quieres un cabecero con más cuerpo, puedes decantarte por la opción del capitoné, que es una modalidad de tapizado de origen inglés, propia del sofá Chesterfield, que consiste en un tapizado acolchado que presenta un aspecto mullido gracias a los botones y pliegues repartidos de forma geométrica por su superficie. Normalmente esta modalidad de tapizado encarece la pieza, ya que requiere más material (tanto de tela o piel como de gomaespuma) y más trabajo. En contrapartida, resulta muy resistente.

 

 

Otro recurso a la hora de tapizar cabeceros es la posibilidad de instalar tachuelas,  bien llevadas al borde del cabecero o situadas a unos centímetros del mismo, delimitando una especie de marco.

 

 

 

 

Como puedes apreciar, las opciones son infinitas. A continuación te dejamos algunas ideas.

 

Cabecero de linea moderna ceñido a las medidas de la pared en simil piel gris.

 

 

 

 

De estilo más clásico, en capitonne y simulando el respaldo de un sillon orejero de linea recta.

 

 

 

 

Colcha con compartimentos y presillas para sujetar con barra de cortina. Otra opción podría ser ponerle un relleno de espuma para mayor confort.

 

 

 

Cabecero con formas geometricas para dormitorio moderno en simil piel color crema, que enmarca y da prioridad a la cama.

 

 

Sencillo para dormitorio moderno con costuras y endiduras en los vertices. Simil piel color blanco.

 

 

 

 

Colchón abotonado con relleno de fibra hueca siliconada colgado de balda decorativa. Ideal para dormitorio juvenil de linea clásica.

 

 

 

 

 

 

Abotonado con salientes rematados con tachuela pequeña en bronce.

 

 

 

 

¿Ya tienes tu favorito?, ¿o tienes otra idea en mente? Cuentanos y podremos llevarlo a cabo